miércoles, 4 de julio de 2007

Ser pinguela...


En la vida hay momentos,
en que se nos invita a ser puente.
No solo un gran monumento que atraviesa espacios
y lleve las cargas del tráfico pesado,
sino un sencilllo puente que ayude a otra persona
a cruzar sobre una dificultad,
sobre un dolor, pena, temor o soledad.
Un puente que abra el camino
para que el viaje no se interrumpa.


Cuando me hago puente para alguien más,
escapo de la limitada cárcel de mi yo
y abro mis ojos a un mundo más amplio.
Desplegándome hasta la talla del otro,
logro entrar en su dolor y lo comprendo
cuando lo cargo en mis espaldas.

Joy Couley

1 comentario:

alejandro dijo...

SIEMPRE ENTRE MAS ES MAS FACIL. Y AUNQUE LA CUESTA SEA LARGA Y EMPINADA SE LLEGA PASO A PASO.COMO DIJO UN CANTOR, NO SIEMPRE HAY QUE LLEGAR PRIMERO, SINO QUE HAY QUE SABER LLEGAR. FUERZA CHICAS Y CHICOS. UN ABRAZO ALEJANDRO